#12 A mi me fastidia el saber que la mayoría de las personas (por no decir todas) el día que firmaron su hipoteca, salieron de la oficina del banco felices y contentos.
Y es tal diferencia emocional de su idea inicial, a lo que están viviendo ahora, que es imposible no caer en una espiral psicológica nada fructífera.
Para bien o para mal, un estafado en la ignorancia es un estafado contento.
Clientes contentos = satisfacción con los servicios ofrecidos.
Hasta que los clientes no mostremos disconformidad con la empresa, ésta no cambiará. El problema es que los clientes en este caso, somos la población al completo.
#2#3#4 Es muy inteligente rechazar cualquier opción que en principio es buena, en función de un resultado que se presume, y pese a que dichas opciones son casi inexistentes.
#12 Hombre, esos no es que sean unos genios, pero al menos aguantan algo mejor la presión que doña Botella, la cúal aparece en cada rueda de prensa más demacrada y descolocada que en la anterior. Yo creo que es un cadáver político, pero no deja de ser una apreciación personal
#10 La diferencia, es que esta señora esta demostrando no tener 'tablas' suficientes para ejercer un cargo de cierta importancia. Si coincido contigo en que tiene asegurado su futuro a costa de 'mamar' de papá Estado, seguramente con cargos de menor relevancia que el que ostenta actualmente. La casta parasitaria es lo que tiene: nunca llegas a quitartelos del todo de encima.
#2 eso seguro #1 tendrian que ampliar a esta gente lo que querian hacer los jueces de imponer una tasa judicial a los famosos por sus lios judiciales, a ver si se les quita la tonteria. no me sorprenderia que alguno de los que lo componen denunciase al panadero por no traer el pan a su hora
#2 La diferencia entre Gadaffi y el resto de líderes, es que su población aún no se ha alzado contra ellos y están financiados por alguno de sus enemigos... en caso qeu eseo suceda, pues ya sabemos: correr o luchar.
Y es tal diferencia emocional de su idea inicial, a lo que están viviendo ahora, que es imposible no caer en una espiral psicológica nada fructífera.
Para bien o para mal, un estafado en la ignorancia es un estafado contento.
Clientes contentos = satisfacción con los servicios ofrecidos.
Hasta que los clientes no mostremos disconformidad con la empresa, ésta no cambiará. El problema es que los clientes en este caso, somos la población al completo.