De manera totalmente previsible, he llegado a bordear la triste edad de los 30 sin pareja conocida y, menos aún, estable. Debo transvasar mi línea genética y eso. Soy una murciana (primer escollo, lo sé) muy simpática. Si te gustan los erizos, la tortilla con cebolla, hablar en minion y montar flames en Internet, soy tu futura esposa. También tienes que entender mi pasión por los simbiontes, la cibernética, el graffiti, cantar en el coche y el helado. Soy una chica de alto consumo energético, es decir, una gocha. Además, tengo un leve TLP que casi ni se nota ni nada. Hago bonito en los sitios. No alcohol, sólo fantas.