Taiwán destaca como uno de los centros geopolíticos más importantes del mundo, integrando la crucial primera cadena de islas que, en la práctica, actúa como un obstáculo significativo para la expansión naval de China hacia el océano Pacífico y, en última instancia, para sus aspiraciones hegemónicas. Sin embargo, su importancia no se limita únicamente a razones geopolíticas, ya que Taiwán también juega un papel clave en la escena global gracias a su destacada industria de semiconductores.