La belleza de la palabra
9 meneos
68 clics

Haikus 2 al 4

2.

Toda mi vida

se traza con ausencias:

bajorrelieves.

3.

Me abandonaste:

no jugaremos juntos

en el cadalso.

4.

Las espirales

dibujan laberintos

para indecisos

24 meneos
265 clics
Ocho poemas de Nietzsche que nos instilan pasión por la vida

Ocho poemas de Nietzsche que nos instilan pasión por la vida

Aunque paradójicamente siempre le hemos visto como alguien pesimista, un tanto amargado que no hacía más que maldecir la existencia, de su obra se desprende un profundo amor por la vida. Es probable que su forma de enseñarnos a apreciar lo mejor de la vida fuera mostrarnos que la existencia es una trampa de la que podemos escapar, que, en realidad, tenemos la llave para salir en nuestra mano.
8 16 0 K 93
8 16 0 K 93
12 meneos
99 clics

Haiku de la siesta

La hamaca te mece

La higuera se mueve

Tu cabeza gira y gira

Arariel

15 meneos
135 clics

Poema - Los espejos

No los domésticos,

estratégicamente dispuestos

para que te digan siempre

lo que quieres oír,

sino los otros,

los que no tienen dueño,

los de los bares,

los de los comercios,

los de los vestíbulos de hotel,

esos son los que te dicen la verdad:

que no eres nada, nadie,

en realidad,

solo uno más

que pasaba por allí.

Karmelo C. Iribarren

9 meneos
51 clics
Poema - "Volar sin alas"

Poema - "Volar sin alas"

Volar sin alas

Es posible volar sin tener alas

y nadar sin necesidad de ser un pez

Puedo sentarte frente a mi mientras me tapo

los ojos con las manos,

y hasta sentir que te toco, aunque no estés aquí.

Pero, como podría, sin ser Neruda,

decirte lo que quiero decirte

y que lo oigas como quiero que lo oigas

De vez en cuando me digo:

quizás es cierto que nos conocemos desde hace siglos

y me subo al delirio y me relamo

y hasta creo recordar nuestros caminos desandados

y aquellos maestros compartidos:

El arte de amar…

El principito…

Y aquel hermoso libro, el de La casa redonda,

que alguna vez

debimos leer juntos.

Y un minuto después, ya estoy diciendo:

no puede ser verdad.

Nunca exististe,

y si exististe, jamás nos encontramos.

Porque si todo fuera como yo imagino,

jamás podría perdonarte

tu inoportuno y absurdo silencio

de estos últimos 50 años.

Marta Bujó

Antología de un tiempo que no fue



13 meneos
67 clics

Cárcel de sombras

Fue una noche de lunes

de oscuridad sin luna,

y ni un sólo reproche

de tu boca oportuna.

El azahar olía a odio,

el magnolio a tristeza,

las azaleas penaban solas.

Las rejas de tu ventana

cárcel de sombras en la calle.

Pasé de largo,

tan de largo

que olvidé quién vivía allí.

Fue un lunes de noche,

de oscuridad sin luna

y sombras de olvido.

(ContinuumST. Mayo 2012.)

9 meneos
26 clics

Poema de Paul Laverty sobre Gaza. Tiza

TIZA

Tiza.
¿Te has parado a pensar en ella desde que dejaste la escuela?
La tiza es blanda,
está hecha de trocitos
de conchas de calcita y esqueletos de plancton.
Fáciles de machacar.
La arrastra la lluvia.
¿La arrastrarán las lágrimas?
Los niños son blandos,
están hechos de huesos (proteína, colágeno, minerales, sobre todo calcio).
Fáciles de machacar.
Gaza es una bola de nieve,
el Mundo contempla su interior.
Los copos son esquirlas de metralla,
los puntitos de dentro
se amontonan formando cúmulos,
como hormigueros.
¿Sientes el calambre en la boca del estómago
por la mañana cuando enciendes la pantalla
y las cifras se disparan?
¿Te vas a la cama y no duermes
porque lo único que ves en la oscuridad
son miembros retorcidos bajo los escombros,
labios resecos y agrietados que supuran gemidos ahogados,
una muerte lenta que no le desearías ni a un perro?
¿Sientes la rabia que te sacude el cuerpo,
te desgañita el alma,
te hierve el cerebro a mayor temperatura
que las armas de fósforo que hace EEUU
(recuerdas los 172.000 millones del Tío Sam
que infundieron vida en el Apartheid)
cuando Biden, Sunak,
11 meneos
107 clics
Estados de  ánimo - Mario Benedetti

Estados de ánimo - Mario Benedetti

Unas veces me siento

como pobre colina

y otras como montaña

de cumbres repetidas.

Unas veces me siento

como un acantilado

y en otras como un cielo

azul pero lejano.

A veces uno es

manantial entre rocas

y otras veces un árbol

con las últimas hojas.

Pero hoy me siento apenas

como laguna insomne

con un embarcadero

ya sin embarcaciones

una laguna verde

inmóvil y paciente

conforme con sus algas

sus musgos y sus peces,

sereno en mi confianza

confiando en que una tarde

te acerques y te mires,

te mires al mirarme.

9 meneos
122 clics
El miedo y el mono (William Burroughs)

El miedo y el mono (William Burroughs)

Turgente picazón y el perfume de la muerte

En el susurrante viento del sur

Un aroma de abismo y vacío

El Oscuro Ángel de los vagabundos aúlla a través del apartamento

Con enfermo aroma dormido

El sueño de la mañana de un mono perdido

Nacido y silenciado bajo viejos caprichos

Con pétalos de rosa en frascos cerrados

El miedo y el mono

El sabor amargo de la verde fruta del amanecer

El lechoso aire condimentado con vientos alisios

Carne blanca mostraba

Sus jeans eran tan viejos

Sombras de piernas junto al mar

Luz de la mañana

En el cielo la luz de una pequeña tienda

En el olor a vino barato en el barrio de los marineros

En la fuente sollozando en los patios de la policía

En la estatua de piedra enmohecida

En el pequeño niño silbando a los perros callejeros.

Vagabundos se aferran a sus casas desvanecidas

El pálido silbato de un tren perdido y amortiguado

En el nocturno apartamento el sabor del agua

Luz de la mañana sobre la carne lechosa

Turgente picazón de mano de fantasma

Triste como la muerte de los monos

Tu padre una estrella fugaz

Hueso de cristal en el aire

Cielo nocturno

Dispersión y vacío.

17 meneos
69 clics

Poema - Los sueños

Lo fueron todo

y ya los ves ahora,

abatidos por los días iguales,

como pasquines en los charcos.

Vivir

se reduce a esquivarlos.

Karmelo C. Iribarren

12 meneos
69 clics

Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera

defenderla del escándalo y la rutina

de la miseria y los miserables

de las ausencias transitorias

y las definitivas

defender la alegría como un principio

defenderla del pasmo y las pesadillas

de los neutrales y de los neutrones

de las dulces infamias

y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera

defenderla del rayo y la melancolía

de los ingenuos y de los canallas

de la retórica y los paros cardíacos

de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino

defenderla del fuego y de los bomberos

de los suicidas y los homicidas

de las vacaciones y del agobio

de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza

defenderla del óxido y de la roña

de la famosa pátina del tiempo

del relente y del oportunismo

de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho

defenderla de dios y del invierno

de las mayúsculas y de la muerte

de los apellidos y las lástimas

del azar

y también de la alegría.

Mario Benedetti

11 meneos
92 clics

Conde Olinos

Madrugaba el Conde Olinos

mañanita de San Juan

a dar agua a su caballo

a la orillita del mar.

Mientras el caballo bebe

canta un hermoso cantar.

Desde las torres mas altas

la reina le oyó cantar.

—Mira hija como canta

la sirena de la mar.

—No es la sirena, madre,

ni menos es su cantar,

que es la voz del conde Olinos

que por mí penando está.

—Si es la voz del conde Olinos,

yo le mandaré matar,

que para casar contigo

le falta sangre real.

 

—No le mande matar, madre,

que si al conde Olinos mata

a mí la muerte me da—.

La infantita con gran pena,

no cesaba de llorar.

El murió a la medianoche

y ella a los gallos cantar.

9 meneos
82 clics

Poema de amor ( Oliverio Girondo)

Se miran, se presienten, se desean,

se acarician, se besan, se desnudan,

se respiran, se acuestan, se olfatean,

se penetran, se chupan, se demudan,

se adormecen, se despiertan, se iluminan,

se codician, se palpan, se fascinan,

se mastican, se gustan, se babean,

se confunden, se acoplan, se disgregan,

se aletargan, fallecen, se reintegran,

se distienden, se enarcan, se menean,

e retuercen, se estiran, se caldean,

se estrangulan, se aprietan se estremecen,

se tantean, se juntan, desfallecen,

se repelen, se enervan, se apetecen,

se acometen, se enlazan, se entrechocan,

se agazapan, se apresan, se dislocan,

se perforan, se incrustan, se acribillan,

se remachan, se injertan, se atornillan,

se desmayan, reviven, resplandecen,

se contemplan, se inflaman, se enloquecen,

se derriten, se sueldan, se calcinan,

se desgarran, se muerden, se asesinan,

resucitan, se buscan, se refriegan,

se rehuyen, se evaden, y se entregan.

9 meneos
59 clics

Ella (Oliverio Girondo)

Ella

Es una intensísima corriente

un relámpago ser de lecho

una dona mórbida ola

un reflujo zumbo de anestesia

una rompiente ente florescente

una voraz contráctil prensil corola entreabierta

y su rocío afrodisíaco

y su carnalesencia

natal

letal

alveolo beodo de violo

es la sed de ella ella y sus vertientes lentas entremuertes que

estrellan y disgregan

aunque Dios sea su vientre

pero también es la crisálida de una inalada larva de la nada

una libélula de médula

una oruga lúbrica desnuda sólo nutrida de frote

un chupochupo súcubo molusco

que gota a gota agota boca a boca

la mucho mucho gozo

la muy total sofoco

la toda ¡shock! tras ¡shock!

la íntegra colapso

es un hermoso síncope con foso

un ¡cross! de amor pantera al plexo trópico

un ¡knock out! técnico dichoso

si no un compuesto terrestre de líbido edén infierno

el sedimento aglutinante de un precipitado de labios

el obsesivo residuo de una solución insoluble

un mecanismo radioanímico

un terno bípedo bullente

un ¡robot! hembra electroerótico con su emisora de delirio

y espasmos lírico-dramáticos

aunque tal vez sea un espejismo

un paradigma

un eromito

una apariencia de la ausencia

una entelequia inexistente

las trenzas náyades de Ofelia

o sólo un trozo ultraporoso de realidad indubitable

una despótica materia

el paraíso hecho carne

una perdiz a la crema.

10 meneos
68 clics

Poema - "Luna congelada"

Con esta soledad

alevosa,

tranquila,

con esta soledad

de sagradas goteras,

de lejanos aullidos,

de monstruos de silencio,

de recuerdos al firme,

de luna congelada,

de noche, para otros,

de ojos bien abiertos,

con esta soledad

inservible,

vacía,

se puede algunas veces

entender el amor.

Mario Benedetti

9 meneos
111 clics

Poema - "Supervivencia"

Uno siempre espera

que suceda algo,

que algo bueno suceda,

algo que le dé un giro brusco,

un empujón, un bandazo

de suerte a su vida,

de repente, porque sí,

en el momento más inesperado.

Pero no pasa nada, claro,

nunca pasa nada.

Porque uno no es más que un pobre

diablo (qué te creías, pues),

un número, una fecha,

un papel olvidado en un sótano

tétrico, traspapelado

entre millones de papeles.

Y al final, uno, qué remedio,

acaba aceptando que es así,

asume el fracaso,

se mira en el espejo y se da risa

(o llora, pero muy bajo),

se dice que la vida..., en fin,

que no hay nada que hacer,

y ni siquiera se queja, para qué.

Uno ya solo quiere llegar

al día siguiente,

sin sobresaltos,

poder ver a su equipo por la tele el sábado,

fumar menos, dormir bien,

echar de vez en cuando un trago,

cumplir años,

seguir vivo..., sin más.

Karmelo C. Iribarren

11 meneos
48 clics

Poema - "Café de ausencias"

De vez en cuando,

serás mi café de ausencias,

tú y tu voz de mil tierras,

el recuerdo al que recurra

para herir de nostalgia mi noche,

para no conciliar el sueño.

Juan Ortiz

10 meneos
66 clics

Poema - "Evanescencia"

Al despertar

de la siesta

-todavía un instante-,

la sensación de haber soñado

que un mundo mejor,

más habitable,

más humano,

era posible.

Pero fue abrir los ojos

y olvidar los detalles.

Karmelo C. Iribarren

8 meneos
92 clics

Poema - "El francotirador"

Abro el periódico

y ahí está.

Lo recuerdo,

solía sentarse

en los últimos pupitres.

Nunca llegamos a ser grandes amigos.

La semana pasada

el del tercero,

y ahora él.

Llega el camarero con el café.

El francotirador

anda cerca, le digo.

Karmelo C. Iribarren

17 meneos
412 clics

Poema – Tormenta de verano

Están cogidos de la mano,

en silencio,

bajo los soportales.

El niño mira su columpio,

muy triste,

bajo la lluvia,

y no lo entiende.

El padre mira al niño:

es la vida, hijo,

-quisiera poder decirle-,

y no ha hecho más que empezar.

Karmelo C. Iribarren

7 meneos
69 clics

Poema - "Los mejores de la raza"

No hay nada que discutir, 

no hay nada que recordar, 

no hay nada que olvidar, 

es triste y no es triste, 

parece que,

la cosa más sensata 

que una persona puede hacer, 

es estar sentada 

con una copa en la mano. 

Charles Bukowski

Biografía

8 meneos
36 clics

Perdido (2010)

Un corazón perdido

en un camino nuevo

donde nadie sabe dónde ir

porque camino es sendero.

Un sendero que puede llevar

a ninguna parte.

A ninguna parte.

Miedo.

Corazón.

Qué miedo nos trae vivir

cuando la vida es tan corta.

Mira esos aviones,

escucha ese sonido,

esconde tu cuerpo,

tu corazón.

Guerra.

Qué miedo.

Amar no significa nada

cuando tu vida se rompe

en pedazos. Guerra.

Y ya no hay nada que sentir.

Mi corazón late un poco,

todavía.

Ahora menos.

Y ahora nada.

Guerra.

Muerte.

Un corazón perdido.

(ContinuumST. 2010.)

9 meneos
49 clics

Poema - "Cantos de vida y añoranza"

Estos tiempos eufóricos

de proclamas

y consignas,

acabarán también

formando parte

-junto a los viejos amores, las guerras,

y demás causas perdidas-,

de cualquier

conversación de bar.

El trayecto, breve, suele ser

siempre el mismo:

de la esperanza

a la melancolía.

Karmelo C. Iribarren

11 meneos
63 clics

Poema: Soledad (de Diario de un poeta recién casado)

En ti estás todo, mar, y sin embargo,

¡qué sin ti estás, qué solo,

qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante,

cual mi frente,

tus olas van, como mis pensamientos,

y vienen, van y vienen,

besándose, apartándose,

con un eterno conocerse,

mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,

tu corazón te late y no lo sientes...

¡Qué plenitud de soledad, mar solo!

Juan Ramón Jiménez

9 meneos
81 clics
15 haikus de Jack Kerouac

15 haikus de Jack Kerouac

Jack Kerouac fue un novelista y poeta nacido en Lowell, Massachusetts, en 1922. Se unió a la Marina Mercante de Estados Unidos en 1942, donde escribió su primera novela, El mar es mi hermano, que no fue publicada hasta 2011, ya que él mismo la describió como un fracaso. Está considerado como uno de los principales representantes de la Generación Beat junto con autores y autoras como Allen Ginsberg, William S. Burroughs, Gregory Corso, Philip Lamantia o Denise Levertov. A pesar de ser enemigo declarado de las etiquetas, el término Beat Generation fue inventado por el propio Kerouac durante una conversación con Herbert Huncke, haciendo referencia a alguien con poco dinero y pocas perspectivas.

menéame