La sorpresa ante la insólita decisión del presidente del Gobierno de tomarse unos días de reflexión antes de decidir si dimite o no, ha causado sorpresa en todos, desolación en unos, alegría en otros, y esperanza, de nuevo, en el líder de la oposición, que afirma que no es presidente porque no quiere. Debe tener la fábula de “la zorra y las uvas” de libro de cabecera. Cada vez que ve un rayo de luz, algo en su cerebro le dice: “Calienta que sales”, y salta a la palestra...