Las motos, en su mayoría, son vehículos destinados al ocio con una función secundaria como medio de transporte. En los coches pasa exactamente lo contrario: casi todos ellos y exceptuando «aparatos raros», como los deportivos, son una forma de transporte en los que la parte de ocio es secundaria. Un Seat Ibiza, por poner un ejemplo, tiene que llevarte y traerte todos los días, de la forma más económica, fiable y cómoda posible. Si es divertido o no de llevar tiene menos importancia. Esto ya de por sí marca gran parte de la respuesta.