Para el académico, la democracia del socialismo con características chinas tiene sus propias ventajas, la primera es que dedicarse a la política es una labor vocacional para servir al país y al pueblo. "En China no puede presentarse un señor a presidente del país por mucho dinero que tenga, ni porque haga mucha propaganda, o mucho discurso. Uno no se mete a la política para hacer negocios en ella, sino para servir al país", afirma. El año pasado, la lucha de China contra la pandemia de COVID-19 ha profundizado la idea de la pareja.
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