El desarrollo de gadgets y aparatos tecnológicos cada vez más sofisticados ha traído también una consecuencia inesperada (e incómoda) para los usuarios: dolor. A primera instancia resulta difícil percatarse de los peligros para la salud que representa, por ejemplo, un teléfono celular o una nueva laptop. El uso excesivo del Wii es otro de los ejemplos. Pudiera sonar tonto, pero ya se han registrado casos de personas que padecen el llamado “codo de tenista” por practicar tenis virtual. Contrario al tenis tradicional, no hay descanso entre punto.