No hace tanto, el pasado 6 de junio, denunciábamos desde este blog la existencia en Puerto Banús de un grupo perfectamente organizado de mujeres que hacían su agosto en las calles más turísticas de la localidad. Las bautizamos como las 'choris' de las manos calientes. Se aprovechaban de los turistas extranjeros, pasados de copas, para, mediante tocamientos y reclamos sexuales, hacerse con sus carteras. No eran situaciones aisladas. Todo formaba parte de un conglomerado delincuencial en la zona, perfectamente organizado.