Aunque tenía autorización para ir con el coche hasta la puerta, se ha bajado en la reja, ha hecho unas declaraciones breves a los medios y ha hecho el paseíllo para guste y disfrute de los linchadores. Nunca ha sido persona de protocolos ni escaqueos, siempre ha dado la cara, aún pudiendo trabajar para cualquier empresa y forrarse, como ahora, quiso emprender y demostrar a los españoles que la Casa Real no está sólo para gastar, sino también para generar riqueza y conocimiento.