Quizá este Papa de los pobres no sepa que la mayoría de los asesinados por falangistas, guardias civiles, alcaldes fascistas, policías nacionales y verdugos eran pobres, porque eran campesinos, obreros, empleados, maestros, profesores, alcaldes republicanos. A los ricos el franquismo no les persiguió. Las víctimas eran hombres y mujeres que lucharon por sacar a España del atraso secular en que estaba sumida gracias a las monarquías que la habían esquilmado. Hombres y mujeres que eran líderes sindicales del campo y de la industria.