En la mayoría de los casos, los infartos de miocardio y los ictus se asocian a factores de riesgo conocidos como el tabaquismo, la hipertensión, el colesterol elevado, la diabetes y la obesidad, según indica la Fundación Española del Corazón (FEC). Muchos de estos factores son evitables y reversibles, por lo que su control puede ayudar a prevenir accidentes cardiovasculares.