A lo largo de la historia, los gobernantes y élites, han utilizado sus recursos para modificar el imaginario histórico de sociedades enteras y nos han llevado a un conocimiento erróneo del pasado tal y como nos cuenta Miguel-Anxo Murado en La invención del pasado. La Rendición de Breda no fue como nos muestra Velázquez, los inicios de la monarquía asturiana son una invención y la espada que se guarda actualmente como la Tiziona, no es la del Cid.