Trappit, una pequeña empresa de tecnología, acorrala a la entidad y a su CEO mundial. También le acusa de un delito contra la propiedad intelectual y de competencia desleal

Dos hombres originarios de Bangladés, un árabe musulmán con raíces en un país de Oriente Medio y un sij de la India, según los describe el medio británico, planeaban viajar de Toronto a Nueva York. Sin embargo, una azafata les informó de que tenían que abandonar la aeronave por motivo de "la percepción de raza, color, origen étnico", relata una de las víctimas. Según la prensa local, dos de los pasajeros afectados ya han presentado una demanda contra la empresa por discriminación racial y exigen una compensación de un millón de dólares cada uno