Doce familias de Alcorcón que vivían en régimen de protección oficial piden a su casero, filial del fondo Blackstone, negociar ante subidas del alquiler de más del 30%. “La sensación que uno tiene cuando viene a una Vivienda de Protección Oficial es que está protegido. Y aquí no te protege ni Dios", dice Antonio. Su cuota protegida de alquiler ha pasado de 200 € a 625. “Primero me subieron un 100% de golpe, de 200 a 400 €. Luego han ido subiendo poco a poco”. El caso, tras llegar a los medios, ha obligado al ayuntamiento a movilizarse.

"La gran mayoría de denunciantes de corrupción hemos acabado en la ruina porque éramos una chinita en un engranaje que generaba poder y dinero. Denunciar suponía una muerte civil. La quiebra económica te llega a través de los pleitos en los que te ves inmerso. Pero hay algo peor: la soledad. La gente teme acercarse a ti por si le perjudica. No te dan empleo porque estás estigmatizada. Yo elaboraba bisutería para remontar. Dormí en una casa abandonada. Me calentaba las albóndigas junto a la calefacción central."

“Esta mujer ha hecho cosas horribles a ancianos que ni le habían hecho nada”, reflexiona. “Ni quiero pensar en lo que podría hacerle a mis pobres abuelos”, añade. La alumna vio sed de venganza en los ojos de la presidenta madrileña y temió lo peor. “La policía nos ha recomendado que se alejen de Madrid y de cualquier residencia de ancianos del mundo”. Esta medida de seguridad, lejos de apaciguar a Ayuso, ha provocado que la presidenta vaya interrogando viejo por viejo para sacarles información sobre el posible paradero de los abuelos de Lozano.

Opel está en el ojo del huracán en España por un error en las formas. Está muy de moda eso de la protección de datos. Cualquier empresa se puede negar a dar información personal de cualquiera de sus clientes siempre que se considere sensible. Y es normal. Lo que no lo es tanto es que esa ley lo que proteja sean los datos de un vehículo ante su propietario. Este es el caso que ha revolucionado las redes sociales por “marciano”.