El estudio Aladino, previo a la irrupción del coronavirus, mostraba ya que en 2019 la prevalencia de sobrepeso en la población infantil española de 6 a 9 años era del 23,3% y la de obesidad del 17,3%. Asimismo, dentro de este último grupo, un 4,2% de los escolares estudiados tenían obesidad grave, unos datos que eran malos, pero que reflejaban una cierta estabilización.