No es casual, por tanto, que Clarín en la Argentina, ABC en el Paraguay, el Universal en el Ecuador, entre otros, junto a redes de tv y radios de propiedad de antiguos políticos conservadores, de empresarios corruptos o de instituciones clericales católicas y evangélicas, u otras publicaciones descalificadas como la revista Veja del Brasil estén utilizando el mismo lenguaje, el mismo discurso y los mismos recursos comunicacionales, de manera coincidente, respondiendo a una estrategia de manipulación política del mensaje.