Queridos Reyes Magos, en las Navidades de 2004, nos trajeron a los españoles un juguete educativo, muy esperado, que en principio serviría para acabar, o al menos disminuir, lo que algunos/as quisieron llamar violencia de genero. No obstante, ya sea por que era un mal juguete, ya sea porque estaban mal las instrucciones de juego, ya sea por que le faltaban bastantes piezas, después de cinco años jugando, muchos hombres y mujeres de España, nos hemos dado cuenta que no estamos obteniendo ese objetivo.