Constatan que las plantas con un porte leñoso, como las jaras, escobones, brezos y tedera, han podido sobrevivir en las inmediaciones del cráter. Hay pinos en los primeros 500 metros más cercanos al volcán que empezaron a brotar un mes después de finalizar la erupción, incluso a las tres semanas. Había brotes hasta en ejemplares situados en el mismo borde de la cara interna del volcán. Bajo el mar, el ritmo de recuperación ha sido igual de rápido. Los lagartos, los peor parados.