Una investigación dirigida por el Imperial College de Londres, publicada en The Lancet, revisa la evolución de la malnutrición a partir de los datos de más de 3.600 estudios realizados entre 1990 y 2022. Los resultados constatan que en esas tres décadas la obesidad infantil se ha cuadriplicado y en los adultos se ha multiplicado por tres, de manera que es ya la forma más común de malnutrición en el mundo. Eso significa que en poco tiempo aumentará de forma acusada la incidencia de patologías crónicas y muertes prematuras vinculadas a ella.