La Asociación DIA de Víctimas de Accidentes considera que el conductor presuntamente kamikaze que provocó el domingo la muerte de un joven en la M-50 de Madrid debe ir a prisión porque "conducir borracho en sentido contrario es como salir con una pistola a la calle”.

Al joven de 20 años que murió el pasado fin de semana en Madrid tras chocar contra un conductor kamikaze, le robaron sus pertenencias momentos después del accidente, según han denunciado sus familiares en el programa Espejo Público» de Antena 3.

El hombre, que dio positivo en la tasa de alcoholemia, se niega a declarar ante la Guardia Civil. El juzgado decidirá ahora los delitos que le imputa y si ingresa en prisión o sigue en libertad. El abogado añadió que la familia de Kevin Cui Bai –de 24 años, y no 35, como se había informado– está consternada y siente profundamente el fallecimiento de Víctor López, de 20.

El hombre, que dio positivo en la tasa de alcoholemia, se niega a declarar ante la Guardia Civil. El conductor kamikaze que el pasado domingo causó la muerte de un joven al chocar contra su vehículo cuando conducía en dirección contraria por la M-50, en el límite municipal entre Madrid y Coslada, se ha negado a declarar ante la Guardia Civil y ha quedado en libertad acusado de un delito contra la seguridad vial, según informó este miércoles su abogado.

Víctor solía dormir con su madre. Ocupaba el lugar de la cama que dejaba vacío por las noches su padre, que se iba de madrugada a trabajar de guarda de seguridad en un centro comercial en sus horas de cierre, patrullando pasillos vacíos. Solos, en la oscuridad de la habitación, madre e hijo a menudo recordaban a Roberto, el hermano mayor muerto un año atrás. Aquella pérdida arrasó con ellos, pero en última instancia se tenían el uno al otro a oscuras, en una escena que parecía sacada de la infancia.

Un hombre de unos 35 años de edad ha fallecido este domingo de madrugada después de que su vehículo impactase frontalmente con otro que conducía en dirección contraría

Estando ya a más de 8 km del blanco, un grupo kamikaze debía dispersarse para que los aviones pudiesen realizar sus ataques desde tantas direcciones, niveles y ángulos como fuese posible –de nuevo para presentar la máxima dificultad para las defensas antiaéreas. Los blancos se elegían por orden de preferencia: portaaviones, acorazados, cruceros y transportes; de hecho, los kamikaze mostraban una tendencia a concentrarse en torno al buque más grande de cualquier formación. También hacían otro tanto sobre el primer navío dañado.

Un conductor, cuya identidad y nacionalidad no ha sido desvelada, ha sido detenido ayer a última hora de la tarde en Ceuta después de que se saltase a toda velocidad los controles establecidos tanto en la aduana marroquí como en la española. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, el suceso seprodujo cuando los agentes de la Policía Nacional encargados del control fronterizo advirtieron la presencia de un vehículo «kamikaze» que se había saltado los controles aduaneros marroquíes.

TV3 ha evitado mencionar la nacionalidad del conductor de 39 años que fue detenido este sábado a la altura de Cambrils tras circular 36 km en dirección contraria por la AP-

El conductor de 52 años llegó incluso a apagar las luces de su vehículo. La Ertzaintza ha detenido la pasada madrugada en la autopista A-8, en el término municipal de Muskiz, a un hombre que fue interceptado tras conducir a gran velocidad en sentido contrario durante veinte kilómetros, y que dio positivo en las pruebas de alcohol y de drogas. El conductor del vehículo hacía caso omiso a estos avisos, continuando su camino a toda velocidad, e incluso llegó a apagar las luces de su coche, con lo que la situación de riesgo se agravaba notablemente

Este héroe de guerra japonés relató a este periódico la asombrosa historia de los pilotos suicidas que combatieron a sus órdenes en 1944 y 1945

Un kamikaze sembró el pánico este domingo por la mañana en la A-6, en las inmediaciones de Baralla y O Corgo, donde chocó con otro vehículo y continuó la marcha sin detenerse. Varios particulares dieron aviso al 112, alrededor de las 8.30 horas, de que un coche circulaba en sentido contrario en dirección Madrid pero por los carriles que van hacia A Coruña.

Aunque no era la primera vez que la pillaban, la última fue radicalmente distinta. En mayo de 2017, Mavi Sánchez cogió su Ford Mondeo tras una noche de fiesta y acabó atropellando a un pelotón de ciclistas en Gandía. Dos de ellos murieron y a ella se la llevaron arrestada. En la prueba que se le hizo, dio más de un 0,80 de alcohol y positivo en cocaína.

Un piloto sudafricano de Kalahari Air Services, que ha sido identificado como Charl Viljoen, ha estrellado una avioneta contra un club de Botsuana en el que se estaba celebrando un baby shower —una fiesta que se realiza antes del nacimiento de un bebé— a la que asistían unas 50 personas, entre ellas su mujer. Ninguno de los asistentes resultó herido gracias a la rápida evacuación del lugar, mientras que el piloto murió en el hospital.

Dos conductores, de 67 y 24 años, han muerto en un brutal accidente ocurrido a primera hora de la mañana de este domingo en la A-66 en Lena, a la altura de la gasolinera de Villallana, en sentido Oviedo. Un joven conductor al volante de un Kia Ceed de color blanco se fugó de un control establecido en Moreda y se incorporó a la autovía en sentido contrario. Así circuló durante unos tres kilómetros, hasta chocar frontalmente con el otro vehículo, un Jeep Grand Cherokee, en el que viajaba un vecino de Pola de Lena de 67 años.

Miguel, cada día, hacía el mismo recorrido. Salía de la Estación Espacial de Canarias en Maspalomas –su lugar de trabajo–, cogía el coche y regresaba a casa. Y, después, tocaba, componía y, en general, disfrutaba de la música, a solas o con su grupo Lua Lua Band. Era parte de su rutina; lo habitual. Sin embargo, el pasado martes, la fatalidad se cruzó en su camino. O, mejor dicho, lo hizo un ‘kamikaze’. Él iba tranquilo por su carril en la GC-500 en una carretera de doble sentido. Pero, de pronto, se encontró a otro vehículo de frente.

El Gobierno colombiano atribuyó este viernes al grupo terrorista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) la autoría del atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá que el jueves mató a por lo menos 21 personas, incluido el atacante, y dejó 68 heridos.

Los temidos «Fukuryu», un escuadrón de submarinistas suicidas japoneses, estaban dispuestos a inmolarse bajo el agua, colocando minas con sus propias manos bajo los barcos enemigos.

Kamikaze, este término que hace referencia a los pilotos suicidas japoneses de la segunda guerra mundial, lo hemos oído de manera muy común para referirse al ataque de estos pilotos a Pearl Harbor y que ha pasado hasta nuestros días de una forma totalmente errónea. Hoy en día tanto en prensa como en cualquier noticiario oímos hablar de ataques “kamikaze” en cuando se refieren a un tipo de atentado donde el atacante tiene pocas o ninguna posibilidad de sobrevivir a dicho ataque.....

Los escuadrones suicidas japoneses se conocen universalmente como kamikaze (“viento divino”; en tiempos el tifón que destruyó una flota mogola de invasión en el siglo XIII). Este término es raramente empleado en Japón: se trata de una representación, con matices peyorativos de comportamiento insensato o imprudente, de los caracteres sino-japoneses con el mismo significado pero de transcripción más digna de shimpu (sucede lo mismo con los términos hara-kiri y seppuku, que tienen los mismos caracteres pero en distinto orden de lectura, y...

Un tráiler circula en dirección contraria durante varios kilómetros en dirección a San Sebastián, en la A-1 a la altura de Ordizia. Los conductores le gritan, le pitan y le dan las luces para avisarle de la imprudencia que está cometiendo. Se despistó por unas obras y entró en la autopista. Finalmente se dio cuenta y paró con las luces de emergencia hasta que llegó al Ertzaintza.

Según un informe de Seguridad Vial, los kamikazes provocan unos 130 accidente al año. "A lo largo del año, entre 25 y 30 personas han fallecido por ellos", apunta Benjamín Varea, miembro de la Fundación Avata. Las sanciones donde se ha puesto en peligro la vida de las personas establecen penas de hasta cinco años de cárcel y la retirada del permiso de conducir.