Lo cuenta El Mundo. El vídeo dura menos de cuatro minutos. Hay cinco chicos de 16 años sentadoscon las piernas estiradas y los calzoncillos bajados en el suelo del pequeño salón. Las sillas están apartadas en un lado junto a la mesa de madera negra. Encima hay un cenicero con cigarrillos apagados, dos botellas de ron barato, Fanta de limón y vasos de mini medio llenos. Tres chicas, también menores, apuran los últimos tragos antes de empezar y una de ellas pone el cronómetro en el reloj. La que lo graba todo no para de reírse y de animar soltan