Aquí mismo, en este reino de España que presume de sentarse entre los 20 grandes del capitalismo global, donde la esperanza de vida roza la inmortalidad, donde se alardea de felicidad por decreto, donde las ventas de cosméticos pese a la crisis crecieron el 11% durante 2008, donde las cadenas de televisión ingresaron casi 3.500 millones de euros a lo largo del mismo año, donde el dinero cruje y donde las grandes fortunas pesan más que la conciencia de sus poseedores vive gente que gana, es un decir, 11 euros diarios.