El telescopio espacial James Webb de la NASA acaba de anotarse otra primicia: ha obtenido el perfil molecular y químico en los cielos del exoplaneta WASP-39-b y ha hallado dióxido de azufre (SO2), una molécula producida a partir de reacciones químicas desencadenadas por la luz de alta energía de la estrella anfitriona de este planeta. Es decir, ha detectado pruebas directas de actividad fotoquímica. Más:
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