Tristan Anderson, de California, Estados Unidos, de 38 años de edad, fue trasladado al hospital israelí de Tel Hashomer, cercano a la ciudad de Tel Aviv. Debido al impacto del proyectil de gas, Anderson estuvo sangrando abundantemente por la nariz y la boca, dejándolo en estado de inconsciencia. El proyectil le causó un orificio considerable en la parte frontal del cráneo dejando al descubierto parte de la masa cerebral de esta zona.