Mejor ver […] El conductor resultó herido en el bazo sin apercibirse de ello, pero el daño no le impidió detener el vehículo, prestar ayuda a los 26 pasajeros que transportaba, a quienes sacó del autobús, y hablar con la Policía para explicarles lo sucedido. Todo un ejemplo de responsabilidad absoluta, y de que hay gente con mucha suerte que se merece la mucha suerte que tienen.