[c&p] Un espectacular robo en Alemania parece haber dado con la receta del crimen perfecto. Unos cacos atracan una joyería con escalo y se levantan más de cinco millones de euros en alhajas y relojes de lujo. La policía encuentra restos de ADN en un guante abandonado en el lugar de los hechos, y, frotándose ya las manos por un seguro éxito policial, detiene al sospechoso cuya ficha de ADN encaja con el rastro del guante como un ídem. Pero, oh sorpresa, no hay un sospechoso, sino dos, pues el tipo tiene un hermano gemelo...