"Yo misma he estado ahí. Me he reñido mil veces a lo largo de mi vida cuando me he encontrado en situaciones en las que me han agredido sin tocarme. Pasa a diario, en realidad, una mujer no tiene por qué rebuscar mucho rato en su memoria pasajes de este tipo. Quizás por eso tomar conciencia feminista es a veces tan duro, porque a partir de ese entonces, empiezas a ver claras cada una de esas situaciones donde te agreden, acosan o humillan".