Verdaderamente no entiendo como a un animal que se caracteriza (según él) por su “teoría de la mente” como es el ser humano, le puede resultar tan difícil ponerse en la piel de otros. Es absurdo pretender aplicar nuestro reconocimiento facial como método exclusivo para probar o determinar la autoconsciencia en otros organismos, aunque estos no se reconozcan por medio de la visión. Pretender que, por ejemplo, un perro se autorreconozca en un espejo que no posee olor alguno, es como si a un ser humano le pedimos que reconozca el olor de cada persona sin imagen alguna.