Feliz coincidencia. Ayer, casi a la misma hora, estábamos pendientes de las dos desgracias nacionales: una nueva revelación del caso Gürtel, y una nueva revelación del caso paro. Tras producirse, ambos partidos respiraron aliviados: el sumario judicial no trajo grandes sorpresas, y el paro subió pero menos. En seguida rehicieron sus respectivos cálculos de cara a 2012: unos, cuánto durará la instrucción y si habrá juicio antes de las elecciones; los otros, cuánto durará la crisis y si habrá empezado a crearse empleo para cuando toque votar.