El fabricante, Gunnars Optiks, parece que cumple las expectativas. El público, mayoritariamente gamers, flipa con el resultado de unas gafas que, básicamente, centra su cometido en proteger, mejorar y optimizar nuestra visión delante de un ordenador, reduciendo en gran medida las radiaciones producidas por las fuentes de luz artificiales. El precio 80 – 200 € por unas gafas de no-sol y sin graduar puede ser excesivo pero para eso existen alternativas.