La reciente historia económica no deja en muy buen lugar a este estamento multilateral que ha fracasado de forma contundente desde que se inició la crisis en 2007. Todavía nos queda en la retina cómo en abril de 2008, el FMI preveía para España un crecimiento del 2,8%. Estos errores de previsión, cuya cuantía han excedido la lógica estadística y econométrica, se asientan, por un lado, en un conocimiento muy limitado de las dinámicas económicas de los países sujetos a estudio, y por otro lado, por la propia presión de los diferentes países...