Con los 14 millones de euros que Mario Conde (parece que) ha repatriado desde Suiza se financiarían 16.700 becas comedor durante un año o 24.500 plazas veraniegas para niños sin recursos. Toda cantidad descubierta por la —en esto, gloriosa— vía de la traición, delación, espionaje, chantaje o infidelidad, será una ínfima parte de los 130.000 millones que “el fraude” fiscal “de los ultrarricos cuesta cada año a los Estados del mundo entero”: en menor recaudación fiscal, a compensar por los de siempre.