La fábrica de Nissan en Sunderland trata de pescar en la reestructuración de la alianza Nissan-Renault. La nueva organización ya supondrá el cierre de la planta que la firma japonesa tiene en Barcelona, según la prensa del país, pero podría no ser el único golpe a la automoción española. Con el nuevo equilibrio de poderes, la empresa nipona quiere que el Renault Kadjar y el Renault Captur, que se elaboran en las instalaciones de la marca francesa en Palencia y Valladolid, se hagan en el Reino Unido. Información adelantada por el Financial Times
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