En el siglo XVI, cuando la imprenta se convirtió en el método más común de producción de libros, los intelectuales valoraban cada vez más la inventiva de los escribas y las cualidades estéticas de la escritura. De 1561-1562, Georg Bocskay, el secretario croata de la corte del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, creó el "Libro de modelos de caligrafía" (
Mira calligraphiae monumenta) en Viena para demostrar su dominio técnico de la inmensa gama de estilos de escritura. 30 años después Hoefnagel lo iluminó. Ver
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