El problema de tener un robot microscópico propulsado por una horda de bacterias agitando sus flagelos es que nunca sabes a dónde se va a dirigir. Ingenieros de la Universidad de Drexel han creado un método que usa campos eléctricos para dirigir a los bio-robots del punto A al B, detectar obstáculos y navegar alrededor de ellos en un entorno fluido. Estos biobots podrían usarse para la construcción de dispositivos microscópicos o incluso para entregar medicamentos a nivel celular. Lo próximo: manipular múltiples células vivas in vitro.
|
etiquetas: robot , propulsión , bacteria , navegar , algoritmo , serratia marcescens