El viernes se reunirán por primera vez los 330 cargos electos del Movimiento Cinco Estrellas en Roma. Su líder, Luigi Di Maio, sólo conoce a unos pocos y en su círculo más próximo se teme por su comportamiento en el futuro. Teniendo en cuenta los precedentes y los agujeros en el control de las listas, la prudencia se convierte en paranoia. Se pusieron a revisar biografías y vieron que sus candidatos apolíticos tendían a la derecha. Pero nadie garantiza su fidelidad. Y el centro derecha sólo necesitaría 50 diputados para obtener la mayoría.
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