En un momento dado, cuando se encontraba en situación de discreción, el sargento se dirigió a él “y le propinó un fuerte golpe en el pecho con la mano, agarrándole a continuación de la guerrera del uniforme mientras le decía: de qué te ríes, si deberías estar en descanso”. Instantes después, el sargento soltó al soldado y éste le preguntó que por qué le pegaba. Según ha señalado la sentencia de instancia, el soldado se quedó hiperventilando, en estado de shock por lo sucedido y, al romper la formación, habló con su jefe de pelotón al que infor
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