Islandia es el último destino de nuestros viajes de fin de agosto. Una isla con una envidiable conciencia de libertad, cultura, medioambiente e igualdad. Una tierra de hielos y volcanes con más ovejas que personas, que ofrece un país de ensueño y unas fabulosas pistas de cómo poner a sus habitantes y su ecosistema por delante de cualquier capital. Sí es posible. Sí se puede hacer.
|
etiquetas: islandia , igualdad , sostenibilidad