La evidencia del enorme poder de tales lobbies (los más importantes son, además de la banca, las empresas farmacéuticas, las químicas y las del automóvil) en las instituciones llamadas democráticas europeas es contundente. En Bruselas, donde está la sede de la Comisión Europea, la presión de estos lobbies es la que configura la mayoría de normas que rigen la regulación de tales grupos de interés. En otras palabras, son estos lobbies los que prácticamente escriben las leyes.
|
etiquetas: instituciones , unión , europea , antidemocráticas , democracia