El número de hambrientos aumentó en 46 millones en 2021, según un informe de cinco agencias de Naciones Unidas. La inflación contribuye a que cada vez más población, además, no pueda permitirse una dieta equilibrada. Se aleja la esperanza de un mundo sin hambre. La cantidad de personas que no pueden alimentarse dignamente creció en 46 millones de personas desde el año 2020, hasta situarse en 828 millones, según un informe elaborado por cinco agencias de Naciones Unidas publicado este miércoles.
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