Investigadores de la Universidad de Stanford se ha pasado las últimas dos décadas desarrollando el que dicen que es el circuito integrado más similar a la piel. Capaz de estirarse, plegarse, doblarse o torcerse... este circuito no pierde sus capacidades de operación en ningún momento. El resultado es un un chip de unos 40.000 transistores por centímetro cuadrado. No es “nada” en comparación con los millones y miles de millones que un chip de silicio tiene hoy en día. No obstante, dicen estar trabajando para duplicar la cantidad dentro de poco.
|
etiquetas: circuito integrado , piel , universidad de stanford , chip
Dentro de... ¿dos años?