En una de sus visitas a España, a Marina le ocurrió algo inesperado. Al ir al médico con su bebé de pocos meses, que tenía una infección de oídos, le dijeron que no tenían derecho a que le atendiesen por no pagar impuestos en España. Viven en Australia pero el niño tiene nacionalidad y pasaporte español. Lo mismo le ocurrió a Jaime, que aún enseñando la tarjeta sanitaria de Alemania, tuvo problemas para que atendiesen a su hijo.
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