Otro caso del mismo facultativo. Le bajó las bragas con sus propias manos, le pidió que flexionara las rodillas y, “sin guantes”, le metió el dedo en la vagina. “Quedé sorprendida. Padezco atrofia vaginal y me hizo mucho daño. Le dije que me estaba haciendo mucho daño, le pedí que parase. Y me dijo ‘bueno, bueno…’, quitándole importancia al dolor que estaba sufriendo. Y entonces sacó la mano y se olió el dedo diciendo: ‘Esto tampoco huele mal’. No tomó muestra de ningún tipo”, relata la paciente.
|
etiquetas: abusos sexuales , mala praxis , médico , tocamientos