La mujer pidió la ayuda al alquiler, pero no se la concedieron por ser demasiado pobre. Y es que sus ingresos no llegaban a los 200 euros al mes. Le solicitaron documentación y aportó la que tenía. Presentó alegaciones. Y nada. No hubo manera. La renta de su unidad familiar no superaba el mínimo establecido por la convocatoria, que marcaba una cuantía igual o superior a 0,3 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem).
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