En medio de una batalla de la Guerra de Independencia griega (1821 – 1832) los turcos quedaron sitiados en la Acrópolis, para ser exactos se parapetaron en el mismísimo Partenón, y poco después se quedaron sin munición. A fin de salir del paso, tuvieron la «brillante idea» de fundir balas nuevas. Necesitaban metal, exactamente plomo ¿De dónde iban a sacarlo? ¿Dónde hay metal en la acrópolis marmórea de Atenas? Pues en las grapas que unían los núcleos principales de sillares y columnas.
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