La realidad nos sitúa ante un país con carencias estructurales serias. El tejido industrial de España fue escaso desde el principio, a diferencia de Alemania, por ejemplo. Y aún quedó más mermado por la reconversión industrial de los 80 y 90. Nuestra economía sigue siendo de base más vulnerable que otras. Tenemos dependencia energética, además. Añadan las privatizaciones o la corrupción. Más adelante las eufemísticamente llamadas "deslocalizaciones": llevar el empleo a los países donde sus trabajadores cobran menos. Y eso que los sueldos españo
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