Hay telespectadores con más fe en lo que escuchan que en lo que ven. La Fórmula 1 y programas como MasterChef sirven como ejemplo. ¿Por qué 450 millones de personas siguen la Fórmula 1? Faltan referentes visuales para situar a los competidores en el circuito y hay una confianza plena en las palabras de los comentaristas: «Fulano va por delante». Aquí hay, pensé, un caso de suspensión de la incredulidad.
|
etiquetas: locutores , televisión , comentaristas , espectadores