"La pandemia ha empeorado gravemente la situación de las personas sin hogar, que viven en condiciones muy precarias", dijo Elke Breitenbach, senadora para asuntos sociales del gobierno del estado de Berlín, cuyo departamento apoya financieramente al restaurante convertido en refugio. Entre 2.000 a 12.000 personas permanecen sin hogar en esta ciudad de 3.6 millones, incluso después de que otras 34.000 fueron alojadas en refugios comunitarios, albergues y apartamentos por servicios sociales y grupos de bienestar privado.
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