Los desheredados votando ultraderecha conforman una de las paradojas más lacerantes del tiempo que nos está tocando vivir. Si a esto sumamos una generación de jóvenes con tantas ganas de emociones fuertes y aventura como escasez de cultura, nos encontramos entonces con el cóctel perfecto. Una bomba de relojería al servicio de la involución tanto en Europa como en América que anda produciendo estragos desde hace ya un par de décadas. Ahí tenemos fenómenos como los de Bolsonaro, Milei, Orban, Meloni... o Donald Trump.
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